Más Sakristan en Lavapiés.

Instalada ahora en Madrid, Sakristan (o sus trabajos, por hablar con propiedad) ha empezado a convertirse en presencia habitual en las calles de la capital. Tras participar en el gran mural del antepenúltimo desayuno de Esta es una plaza, volver a dejar su huella en el número 14 de Jesús y María y contribuir también al mural de la iglesia de San Carlos Borromeo en Entrevías, en las últimas semanas ha dejado otro par de obras en Lavapiés: una en un "parque junto a Mesón de Paredes" (sic) y otra en el propio solar de Esta es una plaza, en Doctor Fourquet.


En ambas obras, Sakristan ha incorporado a su obra detalles creados por otros artistas: en un caso, los ganchillos de Le Petit Paquebot; en el segundo, las creaciones-reciclaje -según nos cuenta ella misma- de su propia madre: detalles tridimensionales que añaden un toque de simpatía, de luz, a los más oscuros High Tech y Beauty Free. Y vale ya de cursivas.