10 de julio de 2007

Paranoia. Avecrem en la calle de la Rosa.


No todo es arte urbano. Y no todo es, sencillamente, arte. Salvo que uno esté dispuesto a interpretarlo como tal a sabiendas de que se equivoca. No sé si es el caso, pero hace unos días, al pasar por la calle de la Rosa, me encontré una cajita con el logo de Avecrem (¿cueces o enriqueces?) clavada en un muro frente a una obra. La primera impresión fue de curiosidad y de pasar de largo, probablemente en el momento en que mis neuronas concluyeron que sería algún recipiente utilizado por los trabajadores de la obra. Pero inmediatamente después saqué la cámara e hice estas dos fotos, no fuera a tratarse (pensó alguien) de alguna pequeña obra de algún avezado artista urbano.

He ahí la paranoia. No quiero ni pensar qué pensaron los obreros cuando me vieron hacer la foto. En cualquier caso, está uno ya acostumbrado.

[ahora sólo faltaría que alguien confirmase uno de los dos extremos, cosa harto improbable, lo sé]

Actualizo: Como muy bien me temía y como mejor ha comentado Raull en su comentario (valga), la susodicha cajita es "la caja de los clavos" y yo estoy paranoico. Ya que no se trata de arte urbano, destaquemos la ingeniosidad de quien decisió que la cajita de los caldos era perfecta para semejante propósito.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey! Es la cajita de los clavos, jeje.

Un saludo.

Por cierto, al ver tu blog a través de rss no había notado el cambio de formato.

Anónimo dijo...

bueno, la obras de arte religiosas (que es el ejemplo que se me viene ahora a la cabeza) también tienen una función y no por eso dejan de ser obras de arte, no? ;)

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